César Augusto Ocampo, destacado Ingeniero Aeroespacial originario de Quindío, dejó un legado invaluable en la industria aero espacial, así como en la comunidad científica a lo largo de casi tres décadas de trabajo y dedicación con la Agencia Espacial NASA.

Durante su trayectoria profesional, El Doctor Ocampo colaboró en diversos proyectos de la NASA, destacándose por su labor en el diseño de la innovadora herramienta computacional Copérnico. Esta herramienta revolucionaria permitió calcular y establecer las rutas más eficientes para misiones espaciales, contribuyendo significativamente al avance de la exploración del cosmos.

Entre sus áreas de especialización se encontraban la mecánica celeste, astrodinámica y control óptimo, campos en los que se desempeñó con maestría como investigador en Centros Espaciales NASA como el Jet Propulsion Laboratory en California, el Centro de Vuelo Espacial Goddard en Maryland y el Centro Espacial Johnson en Houston, Texas.

Asimismo, César Ocampo fue una figura clave en la promoción de la educación y la innovación en su país. Como decano de Ciencias Exactas e Ingeniería, y director científico del proyecto Colombia en Órbita, lideró la construcción y lanzamiento del primer satélite colombiano, Libertad 1, en colaboración con el Doctor Raúl Joya, su amigo y compañero de aventura en el equipo de la Universidad Sergio Arboleda. Este hito histórico tuvo lugar el 17 de abril de 2007 desde el Cosmódromo de Baikonur, marcando un antes y un después en la exploración espacial de Colombia. En el año 2017, Ocampo ocupó el cargo de director del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias), por un par de meses.

A lo largo de su vida, César Ocampo demostró una valiosa combinación de humildad, esfuerzo y determinación que lo llevaron a cumplir sus sueños.

Convencido del poder transformador de la educación, la ciencia, la tecnología y la innovación, siempre enfocó sus esfuerzos en impulsar el progreso de la sociedad.

El legado de César Augusto Ocampo perdura como fuente de inspiración, especialmente para las nuevas generaciones a las que siempre brindaba su tiempo y sabias palabras. Su partida este 16 de septiembre de 2024, a la temprana edad de 56 años a causa de un cáncer de páncreas agresivo, deja un gran vacío en la comunidad científica y académica pero su impacto perdura en aquellos que tuvimos el privilegio de conocerlo.

Recordamos con gratitud y respeto la gentileza, el compromiso y la visión de futuro que César Ocampo compartió con nosotros en nuestros encuentros en Houston. Su crítica constructiva y su llamado a mejorar el sistema educativo son un recordatorio perenne de su compromiso con una sociedad más justa y próspera.

A través de su legado, César Augusto Ocampo sigue siendo un faro de conocimiento, esperanza e inspiración para quienes buscamos impulsar el progreso y la excelencia en el campo académico, de la ciencia, la investigación y la tecnología.

Fuente: Colombia Space School.

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